5/1 "Tú eres el Hijo de Dios"

04.01.2023

Jn 1 43-51 EVANGELIO EN AUDIO 

    El discipulado es también manifestación de Dios al mundo: por el testimonio de la palabra y el ejemplo, lleva a otras personas a Jesús y nos compromete con la transformación de la sociedad.
    En primer lugar, acontece la cadena del llamado: Jesús llama a Felipe y, en un segundo momento, éste cuenta su testimonio a Natanael: «Hemos encontrado a Jesús».
   ¡Cuántas oportunidades perdemos de llevar a las personas, especialmente a los jóvenes, a un encuentro con Jesús, precisamente por la falta de Espíritu en aquello que realizamos! 
   Puede que algunas personas curiosas se acerquen y vean lo que se vive en la Iglesia, pero -por la falta de testimonio- se frustran muchos procesos evangelizadores.
   La manifestación de Dios en Jesús pasa por los discípulos. Es necesario que, en estos días, nos preguntemos acerca de nuestras verdaderas motivaciones para seguir a Jesús, no sólo dentro de la Iglesia sino en todos los espacios de la vida. Cada vez que somos coherentes en nuestro seguimiento de Jesús, manifestamos al mundo que el reino de Dios es posible.

    1. La primera decisión firme que tomó Jesús fue irse a Galilea. Judea era la región de los entendidos, de los ricos, los pia­dosos, los notables. Galilea era todo lo contrario. Jesús se fue con los peor vistos y los que peor vivían.
    Sabemos que, desde los notables y sus pedestales, no se predica el Evangelio, sino la religiosidad sumi­sa, que es lo que más interesa a los que ven la vida desde la seguridad de los que gozan de buen nombre.
   La crisis ac­tual no la ven ni la viven lo mismo los que temen perder el trabajo o que les rebajen el sueldo, que quienes saben que no les va a faltar nada importante. Los religiosos, con su voto de pobreza, no están viviendo la crisis como los millones de trabajadores que temen irse al paro o que no ganan para llegar a fin de mes.  Desde la "seguridad" no se ve la vida como se la ve desde la "inseguridad" y el consiguiente miedo.
   2. En este primer encuentro de los discípulos con Jesús, el 4º evangelio sitúa la "confesión de Pedro" (Jn 1,41; cf. Mt 16, 16). Pero tal confesión, en este evangelio, la hace Andrés (Jn 1,40). Y es que la confesión del mesianismo de Jesús no es exclusiva de Pedro, sino que es la afirmación de la fe del "colegio apostólico". Del que es sucesor el "colegio episcopal". El papado es la cabeza del episcopado. Lo importante del Papa es que se trata del obispo de Roma, como dijo el actual papa Francisco.
   3. Jesús dice que en él vemos el cielo abierto y a los mensajeros de Dios (los ángeles) subir y bajar sobre él (Gn 28,11-17). En Jesús, se abre el cielo, es decir, el ámbito de la trascendencia queda patente, lo vemos, lo oímos, lo tocamos, en la in­manencia de un ser humano.
   A Dios lo vemos y lo conocemos en Jesús, y en Jesús aprendemos lo que le gusta y le dis­gusta a Dios. La voluntad de Dios está en el Evangelio.